De pronto mi universo se había aliado con el suyo
y cuando me di cuenta ya era tarde, mi alma estaba vacía...
Trate de enlazarle con mis brazos pero me fue inútil
desbordado por el sufrimiento quede llorando su partida.
Acomplejados mis cinco sentidos, todo lo volvía a perder
para perder la cuenta del total de mis cosas ya perdidas...
Entre a caminar por ese largo túnel de gigantes silencios
adonde el viento me vio desangrar a todas mis heridas.
Indetenible el tiempo fue hilvanando en mi nostalgia
a las mudas sombras que salieron quizás sorprendidas...
Una densa niebla que no me permitia ver el horizonte
donde las estrellas fugaces ocultaron su guarida.
Mi espíritu caminando a la par de mis pasos lentos
y mi esperanza a la par de mis sueños se quedó dormida...
En un torrente de miedos y de encendidas angustias
vuelvo a ver delante de mí, a su mirada tan enternecida.
Un adiós y una fatalidad que de nuevo me sorprende
mientras es un abismo profundo mi puerta de salida.
Aquí he de quedarme yo con las noches más largas
con las lluviosas tardes, más tristes, más intensas y más frías...
Ya no habrá vuelta atrás. Sé que ya no habrá un regreso,
e ignoro si volveré a amar así, con tanta pasión en esta vida...