Espejo que permite vernos el alma.
Patera que resiste temporales
y llega a la orilla
repleta de sueños por cumplir.
Navidad que nunca se apaga.
Amor con minusculas tatuado:
Permanece y no se borra.
Nada es ajeno;
empatia lo llaman en los libros.
El que ayer hacia de padre,
hoy es hermano y mañana es uno mismo.
Cada encuentro es distinto.
Sacraliza tiempos y espacios,
como si fuera algo mítico.