Templar quiero la furia
que en mi crece por ti,
fiero lebrel de piel tiñosa
y carne descompuesta,
eres de Lucifer la muestra,
el humo del infierno
que la tierra envuelve;
eres la sierpe deforme
que devora sus matanzas,
sorbiéndoles el alma sin textura,
enterrándolas, sin sepultura,
en negra cal indisoluble.
Vástago de todo mal,
villana sin honor ni descendencia,
tu raza la piedad detesta,
ni un gramo de bondad presentas
y el crimen emponzoña
tus detritus.
¡ Guerra maldita sin pronombres,
peineta en la melena de la muerte,
el recazo de tu cuchillo esconde
el hierro asesino de los hombres.!