Y un día vino, me beso, me quito una sonrisa y se fue.
Un día vino como si nada, me enamoro con su dulzura y se fue.
Entro a mí vida como un vil ladrón, se llevó un corazón roto; muerto de miedo. Me beso y se fue.
Prometió nunca herirme, juro estar enamorado. Y un día cualquiera, me beso y se marchó.
Juego el papel de chica fuerte y continúo como si nada hubiese pasado.
Borro recuerdos para lastimarme un poco menos y olvido ese beso cálido que me dió.
Porque aunque lo extrañe, algún día pasara. Todo tarde o temprano deja de importar.