Una dimensión divina
aguarda por almas cansadas
para iniciar el viaje
a una existencia inexplorada,
la materia ha fenecido
mas la energía quedó libre,
no se sabe de su destino
ni de alguien que lo describe.
Los torsos fríos y abandonados
recibieron las últimas exequias,
llanto y dolor alrededor,
sólo recuerdos en letras muertas;
ni flores ni tristes plegarias
revivirán al ser amado,
pero siempre sentiremos
su presencia a nuestro lado.