Me beberé el amor que hay en tus venas
y robaré de tu alma la ternura;
dibujaré tu cuerpo con frescura,
cuando acostada estés en las arenas.
Y te daré dos ramos de azucenas
para adornar tu cuerpo con blancura;
me beberé tus besos de agua pura,
para saciar la sed que hay en mis venas.
Confesaré que vivo apasionado
por el amor que siempre he recibido
y contaré que vivo encarcelado,
por causa de tus besos y cupido.
Revelaré que vivo enamorado
y espero nunca me eches al olvido.