ya en el subsuelo de tu boca
germina la semilla de mi historia
-terreno fértil donde brotan loas-
tus cerezas son exquisitas
y yo encumbro tu porfía
-jamás has fracasado en tus mil derrotas-
mujer invencible cuántas veces
emerjiste del fango para amarme
-abrí surcos en tu abdomen
y ya dentro mi semilla gesta
esos anhelos idos-
tú en cambio sabrás que dentro de ti
se fecunda mi canto
que habrá de sostenerte
-tú habrás de proseguir
con lo arduo de la vida-