Hay quienes creen
que no hay vida fuera de ella
y renuncian a si mismos:
Seguirán estando incompletos.
Puede surgir
como experimento de laboratorio,
tras varios intentos fallidos.
No hay lineas rectas
ni parejas ideales.
Requiere importantes dosis
de comunicacion, deseo y afecto.
Cuando aparece la crisis
y suena a disco rayado
la melodia de la convivencia,
tal vez sea oportuno interrumpirla.
Nada tiene porque ser definitivo,
a pesar de exigencias morales,
aun vigentes.
Puede servir como rescate
tras naufragios pretéritos.
Algunos las acumulan
como libros sin leer en la estantería.
Otros idolatran la suya cual dios azteca,
pero en la convivencia pueden ser
autenticos analfabetos emocionales.
Como en tantas otras cosas de la vida
es en la practica donde
se manifiesta la evidencia.