José Valverde Yuste

LA FELICIDAD

Te he visto deambular 

donde los chavales 

meditan

como marioneta que el viento

exhala en mitad de la pradera.

 

Eres mi musa, 

mi fiel compañera

me deleitas, 

ensimismando la voluntad 

de mi terca cabeza 

llevándola por derroteros anhelados, 

llenos de luz cuan luciérnagas.

 

Una composición musical 

que aligera mi obtuso pensamiento 

Como un bandoneón aligera el cuerpo 

de dos ángeles bailando un tango

 

¡Qué delicia¡ Sentirte liberado

como los mulos de su arado; 

un hierro del yunque 

de una fragua dolorido, al rojo vivo 

clamando piedad ante cruel castigo.

 

 ¡libre¡

 

Cómo los pájaros huyen del desangelado invierno 

buscando lugares donde obtener alimento

procrear la especie.

 

Eso busco diariamente,

dejando huellas de mi existencia, 

un tanto olvidada, 

en los rincones de la vida, 

sin protagonismo 

como los dobles en una película.

 

Felicidad, fiel amiga, 

llévame de la mano

por donde tú transitas

Por esos lugares que el poeta 

no puede describir 

por su innombrable belleza

 

Llévame volando, divisando 

aunque sea con mácula 

que tenga un porvenir 

dónde devanees conmigo 

y con tu alma impertérrita .

 

Felicidad quiero seas dueña 

de mis preciosos días , 

mis anheladas noches 

mis dulces despertares 

hasta que la muerte venga a visitarme.