La alegría que siento al verte
mientras me pierdo en tu belleza,
tus lindos ojos con mucha franqueza
de un infausto desenlace me advierten.
Fijamente te observo al hablar
y sin darte cuenta me enloqueces,
aprisa todo mi ser se estremece
y sin astucia intento disimular.
El contraste de tu piel blanca
con tus largos y brunos cabellos,
que me deslumbra con destellos
reluce con mucha elegancia.
Tus labios pintados de escarlata
me provocan robarte un beso,
y en secreto hoy te confieso
como tus encantos me atrapan.
Daniel Escamilla.