La exigencia siempre
Vendrá de “tu” interior
Por reconocimiento
Fama, aplausos, gloria
Y para ello
Aprendas, estudies
Las artes, la cultura
La destreza del pensar
Y así, crees, deleites
E induzcas a lo profundo
Que existe, pero se te escape
Por “otras” exigencias
-Y también interiores-
De poder, dominio, mando
Enseñadas en corporaciones
Sociedades, iglesias
Comisarías y cuarteles
Escuelas e institutos
Que nos habla y nos dice
Que hay “dos” tipos distintos
De interioridades
Una, nacida
En lo que te “hicieron”
De chico y esas instituciones
Para ya, adulto, -ser-
Ese ¡maldito bastardo!
Y dos, lo que aprendiste
En soledad, lejos y distante
De todo aquello.