\"Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan\". García Lorca
Anda la muerte buscándote con furia
Oliendo donde pisas,
Comiendo las migajas que se caen
Por los pasillos de la casa…
Se ha metido dentro de tu escaparate
A manosear las ropas que tú usas,
A deshacer los gabinetes
Buscando un rastro de tu fisionomía.
Tú, que te he coronado criatura excelsa,
Calma de mi imaginación,
Continuación absoluta de mi alivio;
A ti, a quien un día salvé de la amargura
Mezclando mis labios con tu sudor
Para saber que siempre los dos fuimos…
La muerte no podrá nunca tocarte
Mientras a tu lado siga clavando puertas
A tu amparo,
Ni se atreverá a robar el aire que respiras
Mientras siga colgado de un horcón
De tus memorias…
No existe aún muerte que pueda
Un día matarte;
No existe porque voy fortalecido
Con el sabor inconcluso de tus besos
Y la razón de seguir enamorado…
Ella lo sabe:
La estoy vigilando desde el vacío absoluto
Que se refugia latente en mi congoja…
Y cuando la tenga entre oscuridad y espacio,
No quedará de ella ni
El recuerdo...
Tú no te escondas
No le lances palabras de tu boca
Deja que sea ella la maldición, la fuga
Que siga acumulando cadáveres inconclusos
En las sombras de su melancolía…
No me abandones, sigue tú aquí a mi lado
Que solo mis brazos te protejan:
Muerta la muerte, no podrás morir más nunca…