Me levanto,
aguardo el fugaz suspiro de su ausencia.
Mientras se desvanece, el frío se cierne en mi pecho,
ansío expulsarlo con todas mis fuerzas,
más la tristeza, valiente, le hace escudo
¿Dónde estuvo la promesa de la noche?
Me paro en la esquina,
Huelen los pies arrastrados de rutina.
Un joven descuidado me enseña una de tus fotos:
Te busca ansiosamente,
No sabe que fui yo quien te dejó partir.