El pasado que no se puede cambiar
Fue mutilando su risa.
Poco a poco se fue escapando su luna
Y el sueño le dolía.
Llegando el silencio.
Silencio a silencio..., desde muy lejos.
Tal vez en ello
Pudiera estar su derrota.
¡Ay poeta callejero que no te das cuenta,
qué el gallo ya cantó!