Llaneza

Bajo la sombra

El sonido de una sirena 

¡uuuuh! rompe el silencio,

la noche mira con desgana 

lo que produjo ese bullicio.

 

Bajo la luz tenue de las farolas 

unas siluetas deambulan 

y al rebuscar con cautela 

ven al abandono; se mofan.

 

El abandono como mendigo 

lleva un fardo de dolor y tristeza,

la psiquis es la única testigo 

del recuerdo de una vileza.

 

Vio a la traición con un tipo 

que, bajo la sombra se arrumaban,

con el alma hecha guiñapo

dejó sus lágrimas se airearan.

 

La limerencia fue negativa 

y el soliloquio es su consejero,

con un aliciente se aviva 

y se forja como un hierro.