Instantes líricos,
pintaron el terruño,
el hogar bonito,
lleno de cariño,
familia y amigos,
alegres por el nido,
que aunque vivo,
se hizo triste y fallido,
por una errada decisión,
quedando subsumido,
echado y dividido.
Así fue el destino
de aquel hombre sufrido,
por tan cruel desatino,
de quien lo echó al olvido.
Ebrio laguideció,
de tanto tomar vino