Quiero tener un motivo para sufrir,
quiero tener un motivo para llorar,
mas, mis lágrimas se ríen,
mas, mi pena me abandona.
Me abandonan a mi suerte,
me condenan a la paz eterna,
me enloquecen con ternura,
me arrullan con su ilusión.
Corazón noble y sediento,
sediento de ilusiones y refugio,
tanto amor tanta nobleza,
comparte tu carga en mi lecho.
¡Ah! ... ¡qué ilusiones! ¡qué armonía!
corazón mágico y encantado,
corazón loco y enamorado,
asesinas mi pena,
encadenas mi llanto.
Libres para amarnos,
cautivos en las redes,
en las amplias redes
de tu amante corazón.
Mi mágico amor,
mi encanto, mi condena.