La gente viene
La gente va
¿Y qué nos importa?
¿Quién carajos somos para anclar una hipersónica de raíz?
Cuando el canario decide ausentarse para partir en busca de los frutos trópicos manzanales
No hay quién se le interponga;
Mientras los minutos y las horas se suicidan
La euforia y la ilusión reducidas a cenizas
Acongojado por la ira
A éste negro corazón le cuesta decir adiós.