Pintan los rayos de luz
la noche, ya agotada,
y se abre paso el sol
anunciando la mañana,
y secando con calor
la humedad, que dejo el agua.
Con el comienzo del día
comienza también la historia,
la he de contar, como sabía
que información no tenía,
o que tenía muy poca.
Todos cuentan que pasó
hace tiempo, en Italia
una loba amamantó,
a dos criaturas hermanas
y la historia lo escribió,
hasta le hicieron estatuas.
También contaron que antes
otro caso sucedió,
quizás el mas importante
una mujer aceptó,
el milagro de ser madre
con solo la gracia de Dios.
Y su marido aceptó
ese hijo como suyo,
lo crio con mucho orgullo
y en ningun momento dudó.
Cuentan las escrituras
es por eso que lo digo,
como viajó una criatura
por las aguas del gran Nilo,
metido en una cesta
y llegó hasta la puerta,
de su mayor enemigo
que le dio todo su amor,
y lo acepto como hijo.
Lo que quiero decir
esta claro, no me escondo,
y lo voy a repetir.
No hay que seguir el linaje
o el parecido de cara,
no hay que fijarse en la sangre
ni pararse a discutir,
que la historia me respalda.
No es verdad que es mas padre
el que su sangre te da,
ni tampoco es mas madre
la que la vida te da.
Padre es el que cría
madre, quien da su amor,
y esa mezcla de los dos
es la esencia de la vida.
Da igual que sea loba
o que lo mande Dios,
da igual que sea un gorila
o que sea faraon.
El respeto, y el cariño
y la lucha sin cesar,
son seguro el camino
de que puedas ser papa,
o que te diga tu hijo
te quiero mucho, mama
aunque seamos tan distintos.