Me siento afortunado
paseando contigo
en las playas de Cartagena
sosteniendo tu mano
donde la brisa juega con tu pelo rizado
me tienes muy enamorado.
Viendo tu carita risueña
acariciando tu piel trigueña
haces que me apegue a ti
como lo hace la arena.
Tus besos no tienen precio
solo yo me derrito en ellos
donde puedo ver destellos
erizando todos mis vellos.
Disfrutando de tu compañía
bebiendo una limonada bien fría
es haberme ganado la lotería
lo que cualquier hombre desearía.
Contigo siempre tendré aventuras
llevaremos a muchas culturas
el regalo de las escrituras
para que obtengan sus resplandecientes vestiduras.