Este río que emana
con afluente en tu mirada
se desborda oxigenado
por la aurora de tu entraña.
¡Cómo quisiera inundarte!
con cada gota que transporto
Amigo mío, yo te imploro
déjame ser mas que un torrente
que arrasa de una vez y pasa.
¡Déjame quedar! que ya no soporto
verte el alma seca.
Ay! si supieras que a este impulso
de quererte en rebeldía
me nace al ver tu alma derrotada.
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Marilyn
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