Todas las aterradoras visiones
se juntan ahora
en un monstruo deforme
de muy perros amores
mientras corre la sangre
por su cauce tan sobria
y lo demás se supone
fruto del cambio a peor
que acoraza este orden
a que suceda gran cosa
el corazón que lo absorbe
como si fuera él un dios
y nosotros los pobres
ya royéndolo ansiosos...
Como ahora soy el demonio
traigo a rastro zozobras
siempre incógnito en otra
constelación más remota
haciendo mi vida un resorte
que te transporte de golpe
adonde mejor se suponga.
Me devora la flora en su hipnosis
pasajero de un vuelo que se acaba en tus voces,
en tu aura resuelta a no más me conoces
como soy de sincero cuando me asolan neurosis
sin temerme el encierro de mi alma en un cofre,
tu mirar sempiterno en los tiempos mejores
para que corran mis nervios en incendio de noches.
Soy persona y me pongo en hora,
un fondo me llora que así no hay quien goce
de su suerte y perdona
la traición de mi doble
cuando el cielo se abre a que salgan sus dones
como un ojo selecto entre tantos muy dóciles.
Me muestro como he debido ser más bien pronto
enterrado en el fango sin ningún ya soporte
y con un acento muy ácido impregnando los cortes
de intentar que me oigan aunque jamás me comporte
como es de mí propio que importo por dosis
de imágenes sueltas en recuerdos insomne.