Cuando levante la copa y los mire,
aunque conserven un halo de vacío
y pese demasiado mirar de frente,
pensaré sólo en el amor.
El que se derrama por doquier
y humedece de nostalgia
dejando fluir la penitencia.
Pensaré en la bendición del amor
que se derrama sobre las familias.
Sentiré esa bruma en tus ojos
que sueltan una súplica:
\"no des vueltas al encuentro.
¡Por favor, no huyas de tu cuerpo!\"
Estoy corriendo el velo de ausencias
para que no obstruyan la luz.
¡Hay gente que te quiere aquí!
¡Anhelo la paz en el espejo de los ojos!
¡Espero que cese la niebla!
En esta mesa hagamos patente el amor
porque son todo lo que tengo
y lo que quiero en este mundo.
Podemos regocijarnos en la paz
que auguran las miradas limpias
donde nos reunimos y somos
la revulsión de alegría
o la verdad que aflora.
¡Podemos permitirnos ver
a quien tiembla de humanidad!
José Luis Galarza (Santa Fe, Argentina: 2023)