jvnavarro

¡AY DEL AMOR!

 Hablemos del amor
de una forma tierna,
con los pies en el suelo
y la mollera fría
como si estuviera
en el congelador de una nevera.
 
Digamos 
que el amor
es pureza,
es mandamiento
que prohíbe 
andar por el mundo
metiendo las narices
allí donde uno no tiene
más potestas
que las que le son propias
a un vecino 
que respeta la convivencia.
 
El amor es dulzura
y es pena,
se sabe que existe
por aquello
de que si se toca
te quemas.
 
El amor es luz
y sentimientos
es belleza,
es la suma de todo
y la multiplicación que lleva,
a que los besos por miles
sean  algo más que una docena.
 
Al amor se acude
sin saber muchas veces
que a él te acercas
y cuando lo tienes próximo
si te llena
notas que el corazón 
late con más fuerza.
 
El amor te hace más bondadoso,
cambias en ello de apariencia,
salen las palabras
más llanas
casi a la carrera
y se puebla la cabeza
de pajaritos
que cantan 
de tal manera
que al final uno tiene
en la testa
una pajarera.
 
¡Ay del amor
y de aquel pobre 
que se quedó a dos velas
por exigir más
de lo que en una mano entra!
 
¡Y ay de ella
que de tanto amar
a quien 
le aseguraba quererla 
un día se dio cuenta
de que era todo 
algo parecido 
a una puesta de sol
que ya no regresa!
 
¡Viva el amor
así se cuezan
los pecados 
en una olla llena
de besos y caricias,
de juergas,
de pasiones 
y de palabras indiscretas!
 
Si el amor te llega
aprovecha,
que la suerte
 solo sale
a quienes apuestan,
así entiendan
 que la lotería
es  ilusión 
que si te tienta
te hace feliz 
aunque no quieras.