¿Oyes, acaso, los pasos lentos, arrastrarse
con necesidad
de un sueño…?
¿Oyes, acaso, a las voces como sonidos
de campanas,
al ir desgranándose
y caer perpendicularmente como lágrimas
en la noche fría?
Es diciembre con sus luces y el crepitar
de la vida que se despierta
para solo querer irse.