Esta necesidad de afirmar nuestras luchas,
sotiene todos los intentos, los miedos no caducan
si no te atreves a empezar con los errores y las enmiendas.
Esa necesidad de mirarse y hablar de las ilusiones,
te eleva hacia los fines sobre las piedras y la negaciòn no es
una necesaria vuelta de tuerca y una pàgina por descubrir.
La palabra se pronuncia con la voz que tu pretendas dar,
entonces... ¿Por què razòn decir nunca... Lo que te arrebata
la razòn lo recibe el corazòn, las emociones dicen, te dictan
resuelven contradicciones, suspiran recuerdos y sostienen.
Yo soy gitana y no puedo negar mis ingredientes, mis impulsos,
mi manera de vibrar ante el amor, nadie me da lecciones y soy
èso que llaman libre albedrìo, no me detienen murallas ni piedras.