Romance del amor perdido
¿Dónde estarás tierna amada?
¿Dónde queda el buen ejemplo?
Es de mañana, está opaco,
aún estamos a tiempo,
de ensayar un par de risas,
de poder tocar el cielo;
como rosas refulgentes,
como niños de colegio,
¿dónde estarás, dime dónde?
Sin tus besos, yo me muero.
¿Dónde estás amor perdido
que mi vida solo es sueño?
Está cayendo la tarde
y todo surge de nuevo:
¡ay, amor de mis amores
cómo te amo y te recuerdo!
El poeta es una nave,
caminante del silencio.
Las estrellas y la luna
acarician tu cabello,
¿dónde estás amor de mi alma,
cada día yo te pienso?
¿Dónde estás amor radiante
que te busco y no te encuentro?
¡Oh, Señor, dímelo tú,
que le miras desde lejos!
Ya no caben más las dudas,
ya no sirven los pretextos.
¿Dónde está mi dulce amor?
Aquel crudo y primogénito.
Mi martirio tiene nombre
y lo apodan Buen deseo;
nuestra historia queda escrita
y es epígrafe de invierno:
aún espero tu rostro,
aún extraño tus besos.
Samuel Dixon