Ely.M.

Obsesionada

 

No, yo no soy cualquiera,
quizá tal vez una tonta,
una hembra que se monta
y que quisiste a tu manera.

Tu querer me lastimó.
Y yo que todo te daba,
pues enamorada estaba.
Pero eso se acabó.

Te ofrecí una tierra virgen,
un gran jardín por florecer.
Más nada quiso crecer,
solo a cardos diste origen.

Las caricias y los besos
que yo siempre te ofrecí,
entregada al frenesí
ya calaban a mis huesos.

Quizá no debí buscarte,
solo dejar que llegaras.
La insistencia en que me amaras
de mí logró alejarte.

Decidí amarte sin freno,
ajustando el hilo rojo.
Al pasado todo arrojo
y al dolor yo me condeno.

Romperé cada atadura
y saldré a amar de nuevo.
Y no perderé en el juego
tendré puesta mi armadura