Recordarte es lindo
es como recostarse a la sombra en el atardecer
recordarte me trae paz,
es este viaje en el cual tú no estás
un viaje especial, tan personal.
Es hermoso en las tardes ver el sol,
desteñir su color rojo sobre el azul del mar
regalarme el violeta, evocar extensos paños de lavanda
el magnifico olor del campo.
Desde aquí contemplo la costa,
sus rocas verdinegras,
donde las aguas desangran su pesar,
a veces en ira sin igual, otras caricias tiernas.
Tú eres el océano
vienes y vas con la marea,
llenas mis ojos de esplendor, calmas mi corazón,
en ocasiones me llenas de tristeza.
Me pides que te cuente como estoy,
te digo sepulté mis penas, sequé mis lágrimas de adiós, todo dolor
y la esperanza llega,
el alma es gaviota que se echa a volar buscando otra rivera.
El tiempo es bello, es paz y tempestad, fugaz rayo de sol,
un granito de sal sobre la arena, es polvo del camino,
se aleja en la continuidad de un largo viaje que no espera.