Yo, solamente quise verte y nada lo permitió.
Hubo dentro de mí, un sentimiento de dolor.
Emergió un recuerdo ingrato que, me afligió.
Evoco tu sonrisa y de tus ojos, olvidé el color.
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Parece mentira, qué ese amor, se tornó rabia.
Se encapricha el alma y, no sueles ver lo obvio.
Ante ese desvarío, me canto, la más bella Aria.
Me seduce mi voz, cuando mi tono, es sobrio.
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Llega a tropel, la evocación de mis bellas horas.
Dicen los sabios que, evocar es vivir y, es cierto.
Por las nostalgias de un pasado, a veces, lloras.
Pero, hemos de saber que, lo ajeno, es incierto.
*-*
¡Despegarnos, de lo vivido, siempre es un arcano.
Nos apegamos a aquello que, nos es más,cercano¡