Abanquina Hermosa
escr.188
En el rincón de tus ojos, abanquina hermosa,
Se esconde el misterio de una historia sin fin.
Tu mirada, cautiva, me envuelve y me acosa,
Despertando en mi pecho un latir clandestino.
Tus labios, dulces pétalos de rosa,
Deslizan susurros que encienden mi piel.
En cada beso, el tiempo se hace borroso,
Y en el éxtasis del amor, todo parece ser.
Abanquina hermosa, dueña de mis sueños,
Tu voz susurra melodías en mi oído.
Eres el faro que guía mis desvelos,
La musa que inspira mis versos perdidos.
En tus brazos encuentro mi refugio,
Donde el mundo se desvanece en un suspiro.
Eres el sol que ilumina mi camino,
Y en tu abrazo, encuentro mi paraíso.
Abanquina hermosa, eres mi poesía,
La melodía que danza en mi corazón.
En cada verso, te expreso mi alegría,
Y en cada estrofa, te entrego mi devoción.
Que el viento lleve estas palabras al viento,
Y que el universo sepa de nuestro amor.
Abanquina hermosa, en ti encuentro mi aliento,
Y en cada verso, te canto con fervor.
Así, en la eternidad de nuestras almas entrelazadas,
Se escribirá nuestra historia, sin final ni principio.
Abanquina hermosa, en ti encuentro mi morada,
Y en cada verso, te declaro mi amor infinito.
Autor: LUÍS ∆P∆Z∆ H. Alías: Corazón Bardo
Todo los derechos reservados©