Hay momentos tristes
en los que te gustaría cerrar los ojos
y estar ausente,
en otro lugar,
en pleno desierto,
en la inmensidad del mar,
quizás sin nadie cerca,
para no tener la sensación de estar
molestando y siendo una carga
para los demás..
Es fácil, que en estas fechas,
la tristeza se acerque a las personas,
las invada y las abrace,
mientras busca sus debilidades,
esas pequeñas partes de su alma
donde vibran la sensibilidad y
la pasión y los labios se encojan
y el corazón se exprime y trata de reprimir
las lágrimas rebeldes que resbalan
de unas arterias ciegas y sordas
a un mundo que, en el exterior,
camina sin un rumbo definido.
Hay momentos tristes, decía al principio,
y quizás así acabo,
con esta tristeza en el alma
que no sabría definir hoy,
y en estas fechas,
aunque busque una sonrisa en unos labios
y en una imagen
y, aunque sepa,
desde siempre,
que los sueños son simplemente eso,
\"un sueño\".
Rafael Sánchez Ortega ©
22/12/23