Despojada de sus sentires más tiernos.
Como huérfana y sin pasión, deambula.
No habitan en su ser amores fraternos.
Muchos, adorarla con pasión, simulan.
-*-*-
Ella, los saluda con gestos, muy dignos.
No saben, lo que atesora su alma pura.
No nota que, hay seres, muy malignos.
Ella se confesaba, ya no saluda, al cura.
-*-*-
Ella, era dulce y cantarina, hoy no lo es.
No obstante, su alma triste, va al circo.
Donde, depende de sus cansados, pies.
Ella, está sujeta, a su enamorado Firpo.
-*-*-
¡Triste amenaza, a su vida, fue el trapecio.
Es el fin de una vida, vivida con desprecio!