No te voy a pintar paisajes
de reinos con castillos y princesas
-no te besaré el pensamiento-
lo que encuentro de ti acorde para mí lo tomo:
tus manos con tratamiento de belleza
-tus ojos con pestañas sin credibilidad
y tu aposento que con calidez me acoje-
el brillo de tus senos que esconden enigmas
y que dan paso a que el mundo resurja
después del invierno
-con todo parece que nuestros
pulsos se sincronizan
y no es por nada de lo que crees-
es por mi ímpetu y mi agitación
en las mañanas cada vez
que encuentro tu recoveco
entre tus humedades