Recuerdo que al salir de casa
Se escuchó bajo la rueda
El crujir de una hoja
Que dormitaba en el asfalto
¡Y qué curioso su sonido!
Pues uno la pensaba muerta
Lejos de su rama, de su árbol,
Del viento y de la savia
Tan cerca de la tierra
Donde pelean por aplastarla
No el paso de los días
Sino otros más intensos
Aún más ciegos, más errados
Que son nuestros.