Me viste con ojos de gato enojado,
como si la mala de esta historia fuera yo;
eres tú quien ha cometido la falta
y a mí me culpas por el dolor que mi rechazo
quema hoy a tu corazón.
Me llamas egoísta por no pensar en tus sentimientos...
¿pensaste acaso tú en los míos
cuando de otros labios te llenabas de besos?
No, cariño, en esta relación que hoy acaba,
no soy yo la egoísta malvada,
por querer ser feliz lejos de tu cama,
lejos de tus mentiras y de tu no blanca alma.
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meny*
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