África esclava y colonial
de escuadra y cartabón.
África negra, un estigma,
sin revolución,
sin Descartes.
La esperanza ya no espera.
El lenguaje fluye
por los agujeros
de sus zapatos
rotos por los guijarros
del camino.
Sus manos recogen
los disparos al aire
de su existencia.
Sus ojos blancos de fauno
miran las agujas
de un reloj sin hambre,
y piensan en otro lugar,
en otra vida.