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**~Me Quedo Aquí XVII~**

Me Quedo Aquí XVII




Me quedo aquí,

como un imán adherido,

o como el Triángulo de las Bermudas,

sin más mar que la misma arena,

no puedo ahogar ni el alma,

si me quedo aquí,

es como si fuera un jeroglífico sin descifrar,

y como una fría tempestad,

barrer con todo el suelo,

y de nieve y como un copo del alud de nieve en el suelo,

no quedo fría ni friolera ni descendente,

sino como la misma transmutación,

y pasión dentro del mismo corazón,

y como un frío mar abortar lo que no deseo,

una guerra sin paz bendita,

y como una infinita verdad quedo como el frío desdén,

cuando no se peleén al ser que poseo yo,

cuando en el alma comienza a decaer el frío,

como un torrente sin sensaciones claras,

comienza a tiritar de frío constante,

en que la luz ya no titila,

cuando en el alma se posee más desiertos que las mismas dunas,

y bajo los escombros está mi alma,

opaca, tenue e incolora,

o como el dulce y tan amargo sabor como el poder ser,

y sin sentir el sentido se cuece de voluntad mi ira,

y dentro del ocaso se pierde el sentido,

desnudando la alborada,

y dentro de mi ser con sed por una triste voluntad,

se derrite el alma de un mal tropiezo,

cuando se gana lo que se pierde,

como el cielo en derredor,

o como la ira sin resolver,

o como la solución inerte de una luz incandescente,

o como el fuego siniestro de un dolor,

se cuece el alma de una sola impureza,

cuando el dolor queda como abrir el alma,

por una luz o como el calor dentro del ocaso,

pero, llega la noche fría,

y con ella se siente el desafío inerte,

cuando sin imán quedo como quiera adherida,

al Triángulo de las Bermudas,

y como un triste jeroglífico,

que no tienta en poder descifrar sus códigos secretos,

así me quedo aquí,

como un transeúnte pernoctando libremente,

por la avenida sin cruzar un estandarte,

me quedo aquí,

como cometa de luz queriendo derribar,

el crepúsculo como todo el sol,

demostrando que el sol es como lo más fabuloso,

de todos los tiempos,

y es el sol más impetuoso,

cuando soy como la luz,

o como la sombra que desata un sol bajo el árbol,

o como el dolor que no se apacigua,

con el llanto inerte,

suave y delicado,

y tenaz y tan audaz,

como el atroz viento,

que hoy irrumpe con las dunas de ese desierto,

me quedo aquí,

como un mundo inerte que ni con en el mar,

podrá ahogar una garganta que te grita,

que -¨no eres el sol¨-,

cuando bajo el mar existe un rayito de luz,

cuando en el tiempo existe una verdad,

y existe un cometa de luz,

que comienza a derribar el inexistente meteoro,

cuando paseo por Venus,

y voy con Marte,

y con Saturno, Júpiter y la luna,

si voy directamente a Tierra…  



Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez 

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