Me han dicho que sufro de ceguera intermitente.
¿Será por lo esquivo de mis ojos?
O tal vez, ¿soy un tartamudo de la vista
que lucha por asimilar su propia desdicha?
Ya sabía que debía ser más cauteloso
al llorar en la carrera de los retornos.
A mayor velocidad del llanto,
se embadurna la hermosura del paisaje.