MÁS QUE LAS DEMÁS.
Te quiero. Y te quiero porque eres auténtica. Te quiero y te voy a querer siempre porque remas en ríos, mares y hasta en cualquier sitio. No necesitas agua para seguir remando. Simplemente avanzas.
Una mujer verdadera es como tú lo eres: capitán de su propio barco sin marea, marinera de su propia embarcación y sin querer lanzar el ancla. No requieres ser sirena porque con tu belleza basta. Y es toda tu belleza la que abraza a quienes amas.
Eres más que las demás. Más mujer que cualquier otra. Más silente que el silencio, más ruidosa que el bullicio. La mujer que en ti radica, es la única que el mundo realmente necesita.