Estampida.
Desde el horizonte, es apreciable,
la nube de polvo, que se eleva.
El suelo retumba, se estremece,
y son visibles, animales en estampida.
Desdén, abismo carroña y sombras voraces,
atardece en llamas, tierra en mil pedazos.
Gritos desgarrados, eco del colapso,
flujo frenético, bufan las desgracias.
Despreocupados devoraron en glotonería,
hinchados, charlaban de sus triunfos,
reunidos según afinidad e hipocresía,
marginaron a perdedores inadaptados.
¿Cuál es el asunto de ser inadaptado?
el pensar diferente, como suele ser la minoría.
La sacrílega sociedad valora la conformidad,
enviando a la fosa, la diversidad de pensamiento
Una vez dejado el suelo estéril,
sintieron sed y bebieron con ansias del rio,
escondieron la debilidad y baja autoestima
injuriando de subversivo, al consecuente.
Sangre en ríos, el odio como marea,
ciudades desiertas, la peste que devora.
destruyendo, sin piedad, sin demora,
el fin ignorante, propia perdición sella.
¡Acaso el consecuente que mantiene su libertad !
¿Puede ello le haga revolucionario?
Pues no hinca rodilla a la falsedad,
pesa su convicción, sin temor al calvario
La desesperación, la infelicidad, el terror
se apodero de ellos, nublándoles el juicio y el sentir
y despavoridos comenzaron a correr.
Los caídos son pisoteados una y otra vez.
La estampida voraz, sin alma, sin gobierno,
devora esperanza tras de sí, tormentos.
En el caos desatado, carne desgarrada,
espirales de oscura agonía, Dantesca orgia.
Llegaron sin cuestionar ni detenerse hasta el final,
así perecieron, al caer por el acantilado.
La minoría autosuficiente no les siguió,
nada más lloro con dolor por aquellos seres, influenciables y vacíos.
Elthan.