Se juntaron en la casa
la suegra, el yerno y la hija,
pobre hombre, no sabia
en verdad que se venia.
Le dijo la suegra al yerno
que porque no trabajaba,
que porque su hija estaba
trabajando todo el día.
A lo que el contestaba,
por mantener esta casa
tenemos que trabajar,
muchos gastos por pagar
y tu, no ayudas en nada,
solo sabes criticar.
Pregúntale a tu hija
porque de noche no estoy,
ella trabaja de día
y el que trabaja de noche, yo soy.
Venga hombre renegón¡
le dice ahora la suegra,
no la sacas a comer
ni la llevas de verbena,
para eso quieres mujer?.
La verdad querida suegra
si salimos a comer,
es, cuando tú no te enteras
pues la cuenta de los tres,
la paga mi billetera
por eso a ver si te enteras,
vuelve a tu casa otra vez
y saldremos de verbena.
Anda y calla charlatán¡
que seguro que en la cama,
dejas que desear
solo verte, me lo aclara.
No quiero hablar de ese tema
ni quiero que lo repitas,
pregunta mejor a tu hija
si me cambia por cualquiera,
o si, como una perra grita
cada vez que estoy encima,
De verdad querida suegra
lo que tienes es envidia.
Desde luego vaya parto
que tuvo contigo tu madre¡,
ya podía haber cagado
y evitar así, tenerte.
Mira lo que te digo
la fibra ya me has tocado,
no pensé que con tu hija
venía este regalo.
Y mi suegro, pobre hombre,
toda la vida amargado
se caso equivocado
con la hermana de la muerte,
un demonio disfrazado
de una mujer repelente.
Hombre, tampoco te pases
porque todo te lo digo,
te lo digo con cariño
es por mi hija, ya sabes.
Lo se, y por su hija aquí sigo
aguantando sus historias,
debe marcharse ahora
de vuelta con su marido,
que seguro que la espera
en su casa bien tranquilo,
ahora llegas y le cuentas
todo lo que te he dicho,
hasta otra, dulce suegra.