Mis silencios son tus palabras
mis teclas paralizadas
por no saber qué escribir,
cómo desnudar mi alma
Cuando llega la noche
me encierro en mi jaula de oro
con mi corazón roto
como se rompe en San Petersburgo
los vasos de oro, con el champán
y el caviar que al pueblo falta
cuando llega el frío invierno.
Los grillos ululan en la penumbra
quiero cincelar mi amor
en una escultura
que perdure la eternidad.
Acariciarte con mis manos
de cuerda de guitarra
comerme tus labios como fresas
bañar tu cuerpo con mis jugos
y sentirme libre,
Como el huracán en la pradera
el ruiseñor en su álamo de ensueño
o como tú cuando escribes estos versos
tan profundos, tan bellos.