Llevo las manos llenas de tristeza,
De amargas penas con sabor a ti,
Vienen se albergan en mi pecho y,
Luego no se sacarlas de mí.
Llevo las manos llenas de desilusión,
De falsas promesas hechas por un dios,
Crecen muy dentro mío,
Y asfixian la ilusión.
Llevo las manos llenas de trágicos desenlaces,
De cristales ponzoñosos, de mentiras cortantes
Que reducen mi vida tan solo a un instante.
Llevo las manos llenas de recuerdos inventados,
De besos nunca dados, de escritos no creados,
De paraísos no encontrados, de llantos derramados.
Pero a pesar de todo llevo el corazón en el pecho,
Que con cada latido me recuerda lo bello,
Me dice que existo,
Y que puedo vaciar lo que en mis manos llevo.