¿Cuántas huellas deja el año
que se va y nunca regresa;
cuántas marcas va dejando
de alegrías y tristezas,
con sonrisas y dolores
a la luz de las estrellas?
Las estelas pronunciadas
como colas de cometas
se han quedado para siempre
muy adentro en la cabeza
y en el alma que se inspira
y en la mente que te piensa.
Te quedaste en la memoria
y en la pluma del poeta
que te escribe porque siente
el dolor que hay por tu ausencia
al marcharte para siempre
como Alondra cuando vuela.
¿Cuántas huellas deja el año
que se va y nunca regresa;
cuántas marcas va dejando
de alegrías y tristezas,
con sonrisas y dolores
a la luz de las estrellas?
Ya nada será lo mismo,
si mis ojos no te encuentran.
Con tu ausencia hay un vacío
aunque vengan cosas nuevas
porque no será lo mismo
si el vacío no lo llenan.
Los años que van pasando,
constante la piel la quiebran
pues nunca pasan en vano
se llevan la primavera,
se llevan hasta los sueños
cuando los cuerpos se entierran.
¿Cuántas huellas deja el año
que se va y nunca regresa;
cuántas marcas va dejando
de alegrías y tristezas,
con sonrisas y dolores
a la luz de las estrellas?
Pero seguirá la vida
esperando buenas nuevas
en el año venidero
con sus luces navideñas
dando a muchos, alegrías,
mientras otros, con tristezas,
arropados con nostalgias
desde el alma lagrimean
los recuerdos del viejo año
que se suman, o se restan,
a los muchos altibajos
que la vida nos presenta.
Caminemos, avancemos,
por la vida, por la senda,
que hallaremos horizontes
si vencemos las reyertas
que entorpecen el camino
y lo llenan más de piedras;
o frutales y semillas,
que esperanzas alimentan
para continuar andando
en busca de nuevas metas.
Y por eso las alforjas,
sean nuevas, sean viejas,
deben ir iluminadas
para cuando se oscurezca
porque si alumbran los pasos,
como luz de luna llena,
no habrá obstáculo que valga,
ni dolor que te detenga.
¡Qué el año nuevo te traiga
abundancia de sorpresas
y deseo con el alma
que ellas siempre sean buenas!
¡Cuántas huellas deja el año
que se va y nunca regresa;
cuántas marcas va dejando
de alegrías y tristezas,
con sonrisas y dolores
a la luz de las estrellas…!