Solo camino por una calle.
En el asfalto suenan mis pesados pasos
al subir y bajar de las aceras
cuando me cruzo con otros caminantes
que me miran
como miran fugaces otras cosas.
Los balcones cerrados amotinan
otras muchas realidades.
Encerradas entre alcobas y pasillos
anochecen las vidas subterráneas
de otros seres solitarios,
mientras miran las calles que no visten
con el frío sentir de sus agravios.