Luna, brillante colador de plata,
guardas mis secretos más sublimes,
me has visto llorar, cantar y reír
me has visto correr, amar y comer,
pero hoy estoy triste, porque soy humano
y de todo lo que has visto, pronto me verás morir.
Pocos conocen en verdad mi voz,
pero tú la conoces bien, porque hemos hablado,
¿te acuerdas de todas aquellas noches?
Llegaba llorando y tú en silencio escuchabas,
venía cansado y tu luz me daba consuelo.
Fina luna de plata, plata luna insignificante,
caminaba solo a casa, pero tú ibas a mi lado.
Cuando muera quiero que me lleves contigo,
desde el cielo quiero contemplar los mares.
Percibo tu aroma a rosas, luna de sosiego,
ese aroma me hace reír y a la vez llorar,
escribir todo lo vivido y pensar
que pronto cuando mi alma calle, iré contigo.
Sol de noche, ya te lo he dicho mil veces,
¿te acuerdas?... Cuánto daría por volverte a ver,
el miedo de a poco, muy de a poco, desvanece,
porque recuerdo que estaré al lado tuyo.
Mi alma es muy pequeña, insignificante luna,
pero muchos secretos guarda en lo profundo
y en lo lejano, cerca tuyo, guardados en ti.
Hoy será la última vez que llore, amada mía,
te dejo cada recuerdo vivido... Guárdalos bien.
Jesús E. Serenelli