Estamos en esta cueva
y solo miramos sombras
y las creemos verdaderas.
Nuestros tristes ojos
se acostumbraron a las sombras,
El fuego está a nuestras espaldas
y la realidad está afuera.
Debemos salir de nuestras mentes
hacia la suprema reflexión,
el Sol nos espera.
Afuera debemos reflexionar
alcanzar las alturas de las aves
oler el perfume de las flores.
Después de esto, regresar a la cueva
contar lo que hemos visto
a nuestros desolados hermanos,
no hay tiempo que perder,
la claridad nos espera.