El me recuerda lejanamente una visión tan bella
que imagine ya tanto, que se gastó sin llegar a mi puerta
cielo de la esperanza, sombra de mis quimeras
más; es fresco su encanto como la brisa suave que anuncia primavera.
¿Y dónde vamos hoy?
A donde quieras, a la rivera de las aguas claras, de la fresca cascada
donde un tupido bosque invita tomarse de la mano y caminar muy cerca
¡Buena idea!
O quizás a la costa donde playas doradas nos esperan;
bajo el sol se acentúa el color de su piel tan trigueña,
la esmeralda intensa de sus ojos que miran con felina inocencia.
Vamos a disfrutar, porque la vida llama y el tiempo nunca espera,
el día de hoy jamás regresará, ven abriremos las puertas a la risa
a la tan reprimida libertad, es inútil la espera, condenarse a soñar.
Ven y sin premeditar, si es; será y hará su entrada triunfal la química perfecta
vamos nos espera la paz, la ilusión va delante marcando firmes pasos en la arena.