Luis Roberto Otero

Anatema del hoy

 

Amenaza, llega luz del alba

traída con el maldecir del canto

del estridente ave en pares.

 

Transfiere el tiempo, maldigo al cuerpo,

maldigo el tintero del dia

al lápiz y a la monotonía.

 

Pasan por telas las moscas,

apresadas en la perfección del pentagrama;

yacen al lado de hermanas putrefactas,

esperando la ascensión

regalada por el morder  de la araña.

 

¡Vaya, miserable fue su vida!

más si comparase la mía.

 

El ´dia se va con raudo,

comienza la yesca de la tarde.

No hay, solo la queja es constante.

 

El viento fastidia con el murmullo

de los adentrares del cerbero;

ha caído de los círculos en uno.

De su existencia, su pecado el hambre.

 

Pobre la rata, si se le llamase rata

a las descuartizadas migajas.

¡Vaya, como ha terminado su vida!

al menos el canino se ha divertido.

 

La sangre se oxida el viento

y en mil de las posibles

cientos han muerto.

 

Ya la luna con brillo nos oscurece,

tan oscuro que en los pasos,

con la ilíada de la cochinilla acabo.